No siempre las huellas que deja una persona o un pueblo son buenas o las mejores; muchas veces el dolor, el rechazo, las situaciones de la vida y las malas decisiones ocasionan heridas, resentimientos y frustraciones, que nos llevan a pensar que no hay esperanza para nuestra generación. ¡Gracias a Dios! Hay buenas noticias para ti, así como los Bigelow levantaron un medio de bendición para su generación, Dios ha levantado un medio de salvación, sanidad y vida eterna para ti y tu familia, queriendo dejar en ti una huella de amor, paz y esperanza; ese medio se llama Jesucristo. La Biblia dice: “Si alguien está unido a Cristo, hay una nueva creación; lo viejo ha desaparecido, y todo ha sido renovado” 2 Corintios 5:17. Tan grande es el amor de Dios para contigo, como un padre amoroso a su hijo, te dice: “Con amor eterno te he amado, por eso te he prolongado mi fidelidad” Jeremías 31:3. No es tiempo de lamentarse por el rechazo, abandono o malas decisiones del pasado, es tiempo de acercarte a Dios. Él quiere dejar una huella de amor y paz en tu corazón, y hacer de ti una nueva criatura, un hijo suyo. Te invito a hacer esta sencilla pero sincera oración, la oración que no solo cambiará tu vida, sino también tu destino: “Dios eterno, reconozco que he pecado y he estado lejos de ti, que he tenido sentimientos negativos; pero hoy me arrepiento, hoy te abro mi corazón para que seas mi Señor y Salvador, gracias por tu perdón y amor, gracias por salvar mi alma, por darme vida eterna y hacer de mí un hijo tuyo, en el nombre de Jesús. Amén.” Te felicito por hacer esta oración, ahora eres un hijo de Dios, y por lo tanto, mi hermano.